¿Cómo me pueden ayudar las actividades en Cross Docking?
Uno de los principales problemas que nos encontramos en cualquier tipo de almacén es la gestión del espacio. Este espacio se organiza en función de una serie de parámetros particulares en cada empresa y uno de ellos está directamente relacionado con el tiempo. Cuando una empresa fabrica un pedido y lo termina, cuánto tiempo permanecerá la mercancía en el almacén hasta ser expedida, lo mismo es aplicable al distribuidor o al operador logístico.
El coste del almacenaje y la ocupación del almacén es un problema que en muchos casos se mejora con organización. Como he podido comprobar en consultoría, uno de los principales motivos por los que un almacén está generando costes es la incorrecta o inexistente gestión de las mercancías. La necesidad de realizar una clasificación adecuada de cada pedido y en función de esta tratar su ubicación de manera ordenada y sobre todo con un objetivo claro de facilitar su manutención bajo los principios de rapidez, seguridad y economía.
Hablemos de Cross Docking
La gestión de las mercancías en un almacén requiere de planificación a corto, medio y largo plazo y haciendo la distinción entre cada tipo de mercancía en función de su rotación. Así, ubicar la mercancía según criterios ABC puede aproximarnos a mantener unas instalaciones muy optimizadas, pero luego está el factor tiempo, hay mercancías tipo A que pueden estar ocupando un espacio de manera indefinida aun sabiendo que van a salir siempre, lo que nos lleva a buscar un sistema que integre a las mercancías de todo tipo de rotación y ubicación, sin tener que manipular la mercancía más veces de lo imprescindible y ahí es donde entra el Cross docking.
Sin duda, la operación que facilita enormemente la fluidez de la mercancía es el Cross Docking, que adaptado al sistema de cada empresa puede quitar hierro a la gestión diaria de la mercancía y además resulta ser una válvula que libera la presión de gestión general de un almacén.
El Cross Docking tiene como principios la gestión directa de la mercancía sin necesidad de ser almacenada, es decir el flujo de la mercancía entre fábrica o distribuidor y transporte sin pasar por una estantería o sin ser contabilizado en un “stock” o dicho de una manera más técnica: el proceso de poner a disposición del transporte, el producto, el mismo día sin pasar por el almacenamiento del mismo.
Como resultado de este proceso estaremos eliminando parte de la actividad de almacenaje y los costes correspondientes a estas operaciones, elevando la velocidad de entrega y ahorrando espacio de almacenaje, costes y demás problemas.
¿Suena bien verdad? Pues te puedo garantizar que es más complicado de lo que parece, así que en este artículo introduciré una serie de recomendaciones y conceptos para enfocar correctamente este proceso en tu empresa.
Veamos algunos ejemplos
Cross Docking en fabricantes
Básicamente lo que pretendemos lograr es que el máximo de mercancía posible, que sale de producción, no pase por el almacén si no que sea directamente consolidada para enviar al cliente ese mismo día, es decir un flujo directo entre producción y transporte. Probablemente pensarás, eso ya lo hacemos en fábrica, cuando sale un pedido de un cliente urgente ya lo embalamos y mandamos el mismo día, bien, pero no se trata de eso, se trata de construir un sistema de trabajo diario que favorezca el flujo de mercancías directo, el Cross Docking, y para ello no nos debemos de conformar con aplicar este principio de manera ocasional.
Un sistema Pull o un enfoque productivo Pull, en el que la demanda determina la producción y en consecuencia reducimos el inventario en favor de una gestión flexible que nos permite trabajar diariamente en Cross-docking.
En muchas ocasiones adoptar un sistema pull no es posible o no casa con el modelo de empresa, en estos casos el Cross-docking es una opción útil para gestionar productos que pertenecen a una partida concreta como: ofertas, novedades, inicios de temporada, etc. Nos aseguramos de que determinados picos de demanda sean gestionados mediante este sistema.
Cross Docking en empresas mayoristas
En el sector de la distribución donde es habitual importar de terceros países las mercancías, se hace todavía más interesante el uso de estrategias de Cross Docking.
Los artículos suelen llegar en contenedores de manera continua y constituye un verdadero reto gestionar todas las descargas, revisarlas, ubicarlas, etc. De la misma manera, aquí podemos usar el proceso de Cross Docking para eliminar operaciones intermediarias y optimizar el almacenaje, igualmente puedes pensar que ya lo estás haciendo, que el día que llega un determinado contenedor ya has citado al transportista para que se realice un transbordo o una carga ese mismo día, pero se trata de planificar una estrategia de Cross Docking a un nivel más elevado y continuado.
Para ello es necesaria una estrategia de comunicación eficaz con nuestros clientes, básicamente alinear las operaciones y coordinar:
Descarga del contenedor: fecha y hora, contratación de colla de descarga, documentación.
Manutención a la descarga: playa de descarga, comprobación y consolidación, personal y medios.
Coordinación con los clientes receptores de la mercancía y establecimiento de políticas de compras coordinadas.
Coordinación con el transporte y envío.
Cross Docking en el ecommerce
En este caso, el ecommerce imprime a la empresa una tensión mayor al ser la velocidad en las operaciones un puntal estratégico para el éxito del negocio. En este sector debo decir que es un sector en el que el Cross Docking se aplica de manera habitual y forma parte del día a día, por lo que cabe describir de manera resumida cómo lo hacen.
La empresa se aprovisiona del stock y este es clasificado y ubicado por un lado como stock propiamente dicho que servirá para garantizar el servicio, que va al pulmón del almacén y por otro es considerado mercancía para envío que se maneja mediante Cross Docking y bien va directamente a la zona de preparación de pedidos o es etiquetada y colocada en expedición para su envío.
Los artículos no tienen porque pasar por un proceso de almacenamiento ya que en muchos casos parte de los artículos recepcionados ya están vendidos y no deberían de producirse re-trabajos con ellos, aquí un buen software ayuda mucho.
Si estamos hablando de que debemos ir más allá en nuestras operaciones de gestión de la mercancía, creo que es justo que pongamos un objetivo porque, cómo sabemos si el porcentaje de operaciones con Cross Docking es suficiente, es pobre o debe ser mejorado.
Cuál sería el porcentaje de Cross Docking ideal sobre el total de movimientos
Si queremos dar una cifra mensual al número de operaciones que deberíamos completar mediante Cross Docking, podríamos hablar de que un 40% de las mismas deberían completarse con este método, alrededor de esta cifra podemos asegurarnos una reducción notable en costes de almacenamiento y alcanzar una flexibilidad que será un aliciente para nuestros clientes.
En todo caso ese 40% debería ser un objetivo que lograr y una referencia de trabajo para mejorar constantemente.
Las condiciones ideales para hacer Cross Docking
En la mayoría de los casos y en la actualidad solo un pequeño porcentaje de nuestras operaciones se realizan con este sistema, aunque muchas empresas reportan que habitualmente operan con técnicas logísticas parecidas lo cierto es que su aplicación siguiendo mínima. Son los operadores logísticos y los grandes centros de distribución los que aplican de manera continua este método, sobre todo apoyándose en la tecnología y en sistemas de almacenaje automatizados.
Si queremos avanzar en este sentido y dar un impulso a la gestión de nuestras operaciones mediante Cross Docking debemos tener en cuenta aspectos como:
¿Qué productos podemos incluir?
Es probable que no todos los productos que manejamos sean susceptibles de gestionarse mediante CD o que su gestión suponga más desventajas que ventajas.
¿Cómo se comporta la demanda?
Es esencial conocer cuál es el comportamiento de nuestra demanda para conocer si esta tiene un grado razonable de predictibilidad, es decir, en que grado es predecible y si este grado es compatible con ese 40% de gestión en Cross Docking, por ejemplo…
¿Cómo coordinarnos con los proveedores?
Una condición indispensable para hacer Cross Docking es la fiabilidad de los proveedores. Tener a disposición la mercancía el mismo día y a la hora pactada es imprescindible. Así mismo ocurre con la fiabilidad de nuestros partners de transporte.
¿Qué tecnología nos apoya?
El Cross Docking requiere de una tecnología que nos permita coordinar cada operación no solo de nuestra parte, también para coordinar y ejecutar la comunicación con proveedores, clientes y demás partners. Conforme se desarrolla este sistema tendremos que optar entre otros por sistemas y servicios como: sistemas automatizados de manutención, trazabilidad, sistemas de captura y gestión de datos, etc.
¿Están preparadas nuestras instalaciones?
Las instalaciones físicas donde realizamos las operaciones deben facilitar la entrada y salida de mercancías, las playas de carga/descarga deben estar acondicionadas para trabajar con este método, así como los muelles o los espacios de consolidación, espera y coordinación.
¿Podemos crear un sistema de trabajo eficaz?
Operar en Cross Docking requiere de un plan, de una manera concreta de hacer las cosas que incluye a nuestro personal, están preparados para ello, están formados. por otro lado, las tareas administrativas y las tareas comerciales también sufren cambios cuando se trabaja con este método.
La empresa debe crear un plan de acción y un protocolo de trabajo que estructure cómo se hace Cross Docking en esta empresa y que incluya todas y cada una de las partes que intervienen en el proceso.
En definitiva, podemos asegurar que el Cross Docking es sin duda un sistema de trabajo que cuanto menos facilita la gestión de las mercancías, recorta los costes de almacenaje y favorece a nuestros clientes, desde FPL Logística siempre recomendamos hacer de esta práctica una forma habitual de trabajar, entendiendo que los cambios son complicados y que requieren de trabajo, constancia y mejora continua.
Te has preguntado qué porcentaje de tus actividades se realizan en Cross Docking…
Ignacio de Ribot, Director de Operaciones de Hurrynow
En el último año, el sector del transporte y la logística ha vivido una revolución con la aparición de los servicios de entrega inmediata de pedidos. Frente a los plazos de entrega en 24 o 48 horas habituales hasta hace poco en el sector del comercio electrónico, cada vez más tiendas online ofrecen la posibilidad de recibir la compra en el mismo día, incluso en horas. Amazon y El Corte Inglés fueron pioneros en esta apuesta por la inmediatez, pero enseguida se han sumado otros operadores como Decathlon, Zalando, Mediamarkt, PC Componentes… Y la lista sigue, porque la carrera apenas acaba de empezar: según la consultora McKinsey, los servicios de entrega inmediata facturarán 3.000 millones de euros en Europa Occidental en 2020.
En este sentido, la entrega urgente de los pedidos es una opción que se va a generalizar en la mayoría de las tiendas online, al menos las que quieran seguir siendo competitivas con los grandes operadores. Las cifras son contundentes a este respecto: el 17 % de los consumidores europeos espera que las tiendas online puedan entregar un pedido el mismo día, según Business Insider, y seis de cada diez españoles abandonan el carrito de compra si el plazo de entrega de la tienda online es demasiado largo. Por otro lado, ofrecer un servicio de entrega inmediata tiene otras ventajas para los e-commerce: fomenta las compras por impulso, aumenta la fidelización de los clientes, reduce las entregas fallidas, mejora la reputación online, elimina una de las últimas ventajas diferenciales del comercio físico, etc.
¿Cómo se ha adaptado el sector del transporte y la logística?
El sector del transporte y la logística ha reaccionado con agilidad a esta nueva demanda de los vendedores y los compradores. Las grandes compañías del sector como MRW o Seur han lanzado soluciones de entrega “same day” especialmente dirigidas al comercio electrónico, y
los operadores más modestos también intentan ofrecer fórmulas para satisfacer esta necesidad de entregar cada vez más rápido, pese a las dificultades que plantea la última milla.
Paralelamente, han surgido otras fórmulas de entrega inmediata basada en la “mensajería colaborativa”. Consisten en confiar el reparto de los pedidos de las tiendas online a colaboradores que no son profesionales del sector y que realizan las entregas en su tiempo libre, utilizando para ello su vehículo particular o incluso repartiendo en bicicleta o a pie.
Resulta como mínimo sorprendente que una tienda online que quiera hacer las cosas bien confíe la entrega de sus pedidos a personas que no son profesionales del sector. Sobre todo teniendo en cuenta las dificultades que plantea repartir en la última milla (congestión de los núcleos urbanos, ocupación no autorizada de las zonas de carga y descarga, entregas fallidas porque el cliente no se encuentra en casa, etc.) y la importancia que este último eslabón de la cadena logística tiene para la satisfacción del cliente. Conviene recordar en este sentido que los retrasos en la entrega son una de las mayores causas de reclamaciones en el e-commerce.
Las tiendas online son perfectamente conscientes de este hecho y por eso el 92 % de los e-commerce españoles considera fundamental entregar los pedidos a los clientes sin errores, en perfectas condiciones y dentro del plazo estipulado, según un reciente informe de Adigital.
El futuro de la entrega inmediata es de los profesionales
Frente a las soluciones de entrega inmediata de los grandes operadores de transporte y logística, que pueden permitirse ajustar sus márgenes gracias al gran volumen de negocio que generan
sus clientes, y las fórmulas basadas en la mensajería colaborativa… ¿qué opciones tienen las empresas pequeñas y medianas del sector logístico para competir en este mercado?
Como alternativa a estos dos enfoques y aprovechando las últimas innovaciones tecnológicas, especialmente la nube, está surgiendo una “tercera vía” que consiste en servicios de entrega inmediata prestados por empresas especializadas en colaboración con compañías de mensajería y transporte profesionales. Estas soluciones generalmente consisten en un módulo o complemento que se añade a las tiendas online de las principales plataformas del mercado. Cuando un cliente selecciona la opción de entrega inmediata del pedido a cambio de un pequeño coste adicional, el software selecciona el repartidor disponible de las empresas colaboradoras que esté más cerca. Este repartidor recoge el pedido en el almacén o la tienda del comercio y lo lleva directamente al cliente, lo cual permite entregar incluso en dos horas.
Esta fórmula combina la innovación tecnológica en la que se basa la mensajería colaborativa con la experiencia, capacidad operativa y calidad del servicio que solo pueden ofrecer las empresas de transporte profesionales. De esta manera, la tienda online puede entregar más rápido sus pedidos, el cliente recibe un servicio perfecto y la mensajería colaboradora tiene la oportunidad de aumentar su volumen de negocio participando en este segmento en auge.
Como decíamos al principio, la carrera de la entrega inmediata apenas acaba de empezar y es normal que en estos momentos convivan diferentes fórmulas que intentan resolver este nuevo reto planteado a la cadena logística. Sin embargo, no existen atajos para dar un servicio de calidad y, sin lugar a dudas, las opciones basadas en las empresas profesionales se acabarán imponiendo en un mercado sumamente exigente en el que no tienen cabida los aficionados.
Ignacio de Ribot es cofundador y Director de Operaciones de Hurrynow.com, startup española que ofrece servicios de entrega inmediata para tiendas online y tiendas físicas que quieren vender en Internet. Lleva más de 15 años ligado al mundo del transporte urgente y la logística, y actualmente está aplicando su experiencia a la búsqueda de soluciones para la última milla
Desde FPL Logística queremos agradecer a Ignacio y a Hurrynow, este análisis de la demanda de la entrega inmediata y de sus alternativas.
FPL Logística es la 1ª escuela especializada en formación logística aplicada al ecommerce y ello nos hace ver con mucho interés como startups como Hurrynow, aportan una potente inyección de soluciones al complicado sistema de distribución de última milla, desde aquí nuestro apoyo.
Lean outsourcing como ejemplo de una colaboración que mueve montañas.
Hace tiempo se hablaba de la conveniencia o no de subcontratar procesos, en este caso, Outsourcing para logísticos. Hoy en día la conveniencia se ha convertido en necesidad y en estrategia empresarial.
Quizás la crisis nos ha puesto en el camino del outsourcing, y cosas que hace años ni remotamente consideraríamos en subcontratar, hoy es una estrategia habitual y en esto tiene mucho que ver los propios outsourcers, que se han puesto las pilas y han entendido que la confianza es la base de la subcontratación.
Contratar a alguien para que nos haga el trabajo está bien, pero:
¿Nos quedamos ahí?
Nuestros clientes son cada vez más exigentes, tienen más información y más alternativas y todas ellas estupendas y competitivas. Si nuestra idea de la competitividad pasa por ofrecer una experiencia insuperable a nuestro cliente, ¿seremos capaces de transmitir esta necesidad a nuestro partner?
Alineando objetivos.
El lean management es enfoque al cliente y mejora continua, entre otras cosas no menos importantes, y es precisamente esta filosofía la que nos impulsa a mejorar nuestros procesos y, porque no, los procesos de nuestros partners. Dentro de la filosofía Lean son muchos los ejemplos o recomendaciones a cerca de los beneficios del Outsourcing y de su aplicación para mejorar las operaciones sin renunciar al servicio y la calidad
Las políticas de nuestro partener deben estar alineadas con las nuestras para poder ofrecer al cliente una experiencia positiva.
Para ello debemos preguntarnos:
¿Tenemos socios o proveedores?
Un proveedor es una herramienta para conseguir varios objetivos. Un socio es un proveedor que se involucra junto a nosotros para realizar los cambios necesarios con el objeto de mejorar la respuesta ante el cliente, es más que una herramienta, es un compañero de viaje que crece con nosotros y que nosotros debemos apoyar y enseñar a mejorar para que ganemos todos.
La confianza mutua, el trabajo en equipo; el riesgo y las recompensas deben ser compartidas para construir una relación sólida y beneficiosa para todos.
Cómo lo hacemos.
Autocrítica y autoconocimiento
Para enfrentarnos al reto de conseguir una colaboración abierta y sólida primero tenemos que saber cómo estamos funcionando nosotros mismos, si nuestros procesos funcionan y si estamos haciendo las cosas de manera adecuada o por lo menos si nuestra manera de funcionar está alineada con lo que espera nuestro cliente de nosotros, antes de enseñar hay que aprender.
Enseñar a nuestro socio, darle el conocimiento.
Y de eso se tratará en ocasiones, de que enseñemos a nuestro socio a hacer las cosas como nosotros las queremos o más bien como las espera el cliente, desarrollar e innovar en este sentido.
Desafiar la organización del socio.
Debemos retar o desafiar a nuestros socios, dejarles que sean parte de la solución y que se impliquen en mejorar ayudándoles y motivándoles, cogiéndolos del brazo y saltando juntos hacia el nuevo reto.
Estamos en un sector muy competitivo y la flexibilidad es vital y todos lo sabemos, pero esto no es aplicable a las empresas rígidas, con organizaciones basadas en su propia satisfacción, con procesos que obligan a que nosotros, sus clientes, debamos contratarlos bajo unas condiciones que solo les benefician a ellos, todo ello totalmente alejado de la flexibilidad y la posibilidad de hacer cambios o negociar. ¿Este es el tipo de subcontratación o de proveedor que te interesa? Creo que la pregunta se contesta por si sola, pero no, definitivamente no.
Elimina o descarta a la organización rígida y egoísta que no te ofrezca un mínimo de colaboración o que sencillamente no se implique contigo o sea inflexible.
Los socios trabajan para el beneficio mutuo, comparten sus ideas y se desarrollan juntos.
Objetivos del Lean Outsourcing
Debemos de enfocar, desde el punto de vista de la previsión y la demanda, la relación con nuestros socios outsourcers y clientes como alianzas en busca de la optimización de la demanda de los productos en la cadena de suministro, buscando la mejora continua y la eliminación de barreras que nos impidan dar un nivel de servicio excelente y eliminar sobre-stocks, procesos poco flexibles, trabajos que no aportan valor, tiempos excesivos o las faltas de organización, formación o automatización que quepan.
Es un trabajo a medio-largo plazo de colaboración y desarrollo que sin duda ofrece excelentes resultados.
Ponte en la piel de tu cliente e imagina cómo se beneficiaría de la colaboración entre nuestros socios de la cadena de suministro.
En definitiva se trata de forjar alianzas más que contratos comerciales al uso, de tener socios estratégicos que compartan tu afán por ofrecer al cliente un servicio excelente y todo ello con la visión de crecer e innovar; logística colaborativa.
Cualquier empresa que se precie, tiene un almacén. Grande o pequeño, el almacén es el salvavidas de la empresa o más bien… del departamento comercial.
En muchas ocasiones consideramos al almacén como un contenedor de mercancías, una instalación, que en el mejor de los casos estará informatizada y correctamente gestionada o en el peor será una nave acondicionada de cualquier manera donde las mercancías se amontonarán por todas partes. Esto dependerá de la visión que tenga la dirección de la empresa sobre lo que es un almacén y para que sirve; y por lo tanto la inversión a realizar en instalaciones, personal cualificado y medios, estará directamente relacionada con la importancia del mismo en la gestión general de la empresa.
Por desgracia, el almacén, su personal y los medios no siempre están considerados como un sector estratégico de la empresa, ese honor se lo reservan a producción u a otros departamentos, dependiendo del tipo de negocio.
Pero con el almacenamiento conviven una serie de procesos que juntos suponen alrededor del 80% de los recursos de algunas empresas. Resulta sorprendente que una de las partes de la empresa que más recursos consume sea la menos optimizada, tendría que hacernos reflexionar ¿Cómo lo estamos haciendo?
Repasemos que supone un almacén y el stock, para la operativa de cualquier empresa.
En el almacén:
Se recepcionan las mercancías, tanto de materias primas, como compras, provisiones, etc.
Se almacenan, en las condiciones adecuadas de conservación, seguridad y ubicación.
Se recogen, ubican y manipulan, los productos terminados que vendemos al cliente.
Se lleva a cabo el control administrativo de “todas” repito “todas” las entradas y salidas de materiales y productos que son el negocio y la fuente de ingresos de la empresa.
En el almacén, que es donde físicamente están las mercancías, se convierte en real la previsión de la demanda, el nivel de stock y el resto de KPI’s que andamos locos buscando.
Etc.
Todo esto ya lo conocemos, seguro que tu sabes perfectamente lo que pasa en tu almacén y la importancia que tiene, pero no está de más recordar que del almacén salen las mercancías hacia el cliente, es la última frontera, el último eslabón sobre el que tenemos control directo y nuestra última oportunidad de bordar un buen trabajo, seguro que merece la pena darle la importancia que tiene.
Sabemos cual es el objeto de un almacén, ahora por el objetivo!
La complejidad de la cadena de suministro busca hacer fluir las mercancías y la información a través de una serie de procesos, que varían según el tipo de empresa y su negocio, tanto la gestión del stock, previsión de la demanda, almacenaje, distribución o la acción comercial, entre otros, se fijan en virtud de unos parámetros básicos:
Nivel de servicio.
Reducción de costes.
Antes he nombrado tres aspectos básicos en la gestión de un almacén: las instalaciones o el espacio, las personas y los medios de manutención. Estos tres elementos son necesarios para realizar día a día las operaciones propias del almacenaje, como:
El picking, que supone cerca de un 60% de las operaciones.
Si queremos lograr un nivel de servicio y una optimización de los costes, debemos buscar el equilibrio entre estos tres elementos: instalaciones, personas y medios.
Las instalaciones, son el espacio de almacenamiento y su correcto aprovechamiento, no solo en la cantidad de mercancía que podemos almacenar si no también en la seguridad y custodia de las mercancías, el estado de los sistemas de almacenaje, la accesibilidad y la movilidad por todo el almacén y su correcta distribución.
Las personas, su preparación, formación y capacidad de trabajo, implicación y motivación. El numero necesario acorde con las operaciones, su organización y liderazgo.
Los medios de manutención. Que sean los adecuados, en número adecuado y tecnología correspondiente, que estén en condiciones de trabajo y bien mantenidos.
Pero todo esto ya lo sabemos, se ha escrito mucho a cerca de estos factores y si usamos el sentido común hasta salen solos. Vamos a ir un poco más allá.
La importancia de gestionar los stocks es innegable, pero que son los stocks en realidad.
Los stocks son una acumulación de mercancías en un almacén, en espera de ser distribuidas. Los acumulamos por que queremos dar servicio al cliente o por que producción no se puede quedar parada o por que tenemos un negocio que se basa en la temporalidad o por la razón que cada uno tenga, la cuestión es que los acumulamos y esto supone que debemos conocer exactamente qué, donde y cuanto tenemos, es decir, debemos tener inventariado el stock y no es lo mismo gestionar el stock que tenerlo inventariado. Es básico conocer el inventario si queremos manejar parámetros como el stock de seguridad, stock medio, etc. Nos tienen que cuadrar las entradas y salidas y el stock depositado o los obsoletos y para ello es necesario un buen inventario.
Por otro lado, el inventario y la gestión de los stocks, nos permitirán conocer una serie de aspectos como:
La rotación de los artículos.
El estado de ciclo de vida del producto y sus previsiones.
La configuración de los pedidos y su comportamiento.
Tener conocimiento de estos parámetros nos permitirá disponer de una información muy valiosa, que podemos aplicar en la mejora de la gestión del espacio, las personas o los medios de manutención.
Otro factor fundamental en todo esto, es la implicación de las personas en estas gestiones. La labor de mantener el nivel de servicio y los costes a raya, evaluando el inventario y gestionando stocks, medios, espacio y personas, debe ser compartida por la dirección de la empresa y el responsable del almacén; este último tiene que ampliar su campo de gestión y ser consciente de los costes que se generan por no profundizar en la gestión del almacén. Lo hemos comentado al principio, el almacén en ocasiones se convierte en un mero contenedor y da la impresión de que lo más importante es preparar la mercancía y moverla, olvidando que la gestión profunda y el control sobre lo que tenemos y que pasa con ello, es también una operación en sí. El responsable del almacén es el primero que debe abrir la óptica de su gestión y dar el paso hacia la optimización desde el control.
La semana que viene continuamos.
En el próximo artículo seguiremos abordando cómo lograr el equilibrio entre servicio y costes.
Desde la base hasta las altas esferas, todo es implicación y tenacidad en el método… y vaya como funciona !!
No hace mucho tiempo, estuve visitando Royo Group empresa líder en el sector de la fabricación de mueble de baño. Nos acompañó su Director de logística, Javier Padrós, que nos describió la experiencia y resultados de la implantación Lean en toda su cadena de suministro y no es para menos, tengo que decir que el esfuerzo de esta implantación fue más que importante, tras 5 años de planificación e implantación los resultados que tuve la oportunidad de comprobar fueron y son espectaculares, desde luego el proyecto era y sigue siendo, porque el lean es mejora continua, enorme pero sin duda merece la pena.
La importancia que dio Javier Padrós a la implicación y al factor humano en la implantación de lean, me dio pie a redactar este post, gracias Javier.
Pero no todos los proyectos de implantación de lean en la empresa son de este calado, la mayoría constituyen pequeños proyectos o mejoras que van abriendo camino hacia la implantación de lean en general.
A la hora de implantar lean siempre debemos entender que pocas veces se llevará a cabo en las condiciones en las que sería deseable o que están alineadas con la filosofía y reglas de implantación.
Estas reglas están enfocadas en realizar un cambio total de política de empresa, es decir, olvidar el sistema actual de funcionamiento y trabajar con el nuevo. Esto exige un esfuerzo enorme y lo que es más difícil, un cambio de sistema de trabajo y filosofía de empresa y esto, no todo el mundo está dispuesto ni preparado para hacerlo.
Esta circunstancia provoca que la implantación no sea tan profunda como sería deseable y que la alineación con la filosofía lean no sea completa, pero con esto tenemos que trabajar así que asumimos que, como nos enseña la filosofía lean, la mejora continua se da también en pequeños pasos y esto no debe apartarnos de la implantación de lean en la empresa.
Cómo enfocar la implantación de lean en la empresa.
Par determinar una estrategia de implantación de lean en la empresa, debemos considerar estos factores básicos, ellos nos ayudarán a construir una base sólida sobre la que asentar nuestro proyecto lean.
La filosofía.
Las personas.
El método.
Como puedes ver en la imagen, he determinado un modelo de pirámide sencillo poniendo en su base el concepto de filosofía como apoyo a toda la construcción. A continuación aparecen, en el siguiente nivel, las personas implicadas bajo el proyecto y por último, los métodos o herramientas para construirlo y mantenerlo.
Vamos a ponernos manos a la obra.
La filosofía.
No es lo mismo la filosofía de un proyecto que sus principios o aplicaciones. En lean, cuando hablamos de filosofía nos referimos a la manera particular de entender lo que significa ser o hacer lean, a la motivación diaria por mejorar, a la creencia en que las herramientas son las mejores que se pueden utilizar, a la convicción de que el camino que seguimos nos llevará al desarrollo si lo seguimos de manera adecuada, a resolver los problemas y mantener los estándares independientemente de lo que ocurra fuera, a creer en lo que hacemos y que esto nos llevará al éxito personal y empresarial, a ser capaces de tomar partido y trabajar en equipo, tener iniciativa y empuje para cambiar las cosas.
En el entorno de la empresa es básico que los trabajadores entiendan y hagan suya esta filosofía de mejora continua, sin ellos el cambio sencillamente no es posible. Podemos imponer unas normas o procedimientos pero esta no es la manera lean de hacer lean. El trabajador debe confiar en el método y para ello tiene que ser el protagonista, debe ser su herramienta diaria de trabajo, en la que confía y se apoya.
Los cambios que se realizarán no deben ser entendidos por los trabajadores como una estrategia en su contra, que les restara ganancias o que estará encaminada a reducir el personal o a que se sientan amenazados, en este sentido hay que hacer una labor de comunicación y motivación especial.
(Este manual : Implantación de la formación en l empresa, te puede ayudar a tener éxito en este sentido, descárgatelo gratuitamente en nuestra web: www.fpl-logistica.com , entra, espera a que parezca la ventana de descarga y ya es tuyo, no olvides recorrer nuestra web)
Las personas.
Son el corazón del lean. Como te he comentado antes, es básico que los trabajadores asuman como propia la metodología. El lean tiene que ser su herramienta de trabajo, con la que pueden:
Implicarse y tomar decisiones sobre su trabajo.
Trabajar en equipo hablando un mismo idioma de gestión independientemente de cuál sea el departamento.
Tener un lugar específico donde acudir en busca de soluciones estandarizadas, procesos y sistemas para hacer las cosas.
Así mismo, las decisiones que se tomen en dirección para cambiar o diseñar procesos, deben contar con la complicidad de los trabajadores. Esto es así de sencillo y de rotundo: ¿Quién está todos los días a pie de maquina trabajando en contacto directo con los procesos? ¿Quién conoce mejor que nadie (ingenieros, directivos, proyect mng, dirección) el funcionamiento y los problemas derivados del trabajo diario? ¿Quién tiene que poner en práctica las ideas que vienen de arriba? ¿Quién hace el trabajo en las trincheras? La respuesta es fácil: El trabajador.
No creo que sea una buena idea excluirlo de nuestros planes, seguro que si le consultamos será todo más fácil y si además lo formamos en la filosofía y metodología lean, su desarrollo, el de la empresa y el de los proyectos será más rápido, eficaz y tendremos menos problemas que solucionar.
El método.
El sistema o metodología lean tiene sus propias herramientas, seguro que has oído hablar de términos como: Six Sigma, TPS (sistema de producción Toyota), A3, Lean manufacturing, etc.
Ciertamente, el método lean posee una variedad de herramientas de gestión y mejora que son aplicables a los diferentes procesos o sistemas de gestión en la empresa.
Hay herramientas muy concretas, como por ejemplo: TPM (mantenimiento total), SMED (preparación y cambio de herramientas). Que son de aplicación en producción, talleres, etc.
Otras herramientas, como por ejemplo: A3 (resolución de problemas), Kamban (gestión visual de inventarios), kaizen (visita física al proceso), etc. que son de aplicación a cualquier ámbito de la empresa independientemente del sector al que pertenezca.
Esta es precisamente una de las mayores virtudes del método, que es aplicable a todas las empresas; se puede hacer lean en un bar, en una farmacia, en una empresa de fabricación de tapones o en una multinacional estratosférica.
Esto te debe servir de motivación para encender tu curiosidad por saber más acerca del lean y a imaginar cómo puede ayudar a tu empresa y a tu día a día.
Si comprendes e interiorizas la filosofía, implicas a las personas y haces que hagan suya la filosofía , el método y las herramientas y aplicas con constancia y esfuerzo estas últimas, tienes una gran parte del camino construido.
El lean se construye día a día, es un proceso de mejora continua que nunca deja de alimentarse con nuevos retos, problemas, procesos, mejoras, diseña, ideas. En esto y en todo, FPL Logística puede ayudarte, formar a tu equipo o asesorarte, si así lo requieres.
Pero al final de la jugada, debemos preguntarnos:
¿Por qué hacer lean?
Se te pueden ocurrir un sin fin de respuestas: mejorar tiempos, más productividad, menos errores, ahorro, bajar costes, proyectos, etc.
Pero eso no es el fin último de la implantación de lean en la empresa y en las personas, todo eso está bien y nos hará más fuertes, competitivos o lo que quiera que sea, pero qué pasa si nuestros clientes no se benefician de las mejoras:
“La metodología lean tiene como objetivo el enfoque al cliente.”
Las mejoras tiene un objetivo: clientes satisfechos, que ponen su confianza en lo que hacemos y que lo que hacemos, lo hacemos para que ellos confíen en nosotros, nos elijan y sean los impulsores de los cambios, que implementaremos con la metodología lean.
Recuerda:
Espero que este post haya contribuido a encender tu curiosidad sobre estos métodos y sirva para mejorar , si decides implantarlos, los procesos y la marcha diaria de la empresa, así mismo si eres un currante, fórmate, no lo dudes.
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