LA SEGURIDAD EN LOS GRANDES. Riesgos laborales en Logística y Transporte. # 3º Análisis.

LA SEGURIDAD EN LOS GRANDES. Riesgos laborales en Logística y Transporte. # 3º Análisis.

 

 

la seguridad, Prevenir, un tiempo bien empleado

Prevenir, un tiempo bien empleado

 

Este post culmina una serie de tres artículos relacionados con la prevención y seguridad laboral en el ámbito de la Logística y el Transporte.

Recordemos que el primero abarcaba las relaciones entre las distintas facetas de la cadena logística, de como afectaba el trabajo en almacenes y oficinas, al desarrollo del trabajo del personal de movilidad, ( Seguridad en el Transporte y Logística, cinco reglas de oro ). En el segundo análisis, nos centramos en el trabajo que se desarrolla en el mundo del almacén ( Riesgos laborales : almacén y movimiento de mercancías ), operaciones de carga y descarga y más concrétamente en la labor de los carretilleros.

En este tercer análisis, haremos un alto en el camino de la seguridad para detenernos en un sector específico :

Los Grandes del Transporte.

Si hablamos de números, en cuestión de transporte, estos grandes se llevan el liderato del ranking, ya que la mayoría del transporte de mercancías en este país se realiza por carretera, de manera que está perfectamente justificado apartarnos de la generalidad para profundizar en la particularidad de este grupo.

Para entender las condiciones de seguridad de estos grupos, debemos entender antes las especiales características de los vehículos que los componen y la realidad humana de las personas que los conducen, ya que la seguridad es ante todo un binomio persona – vehículo.

En anteriores post, ya hemos tratado lo importante del mantenimiento, mejora y reciclaje de las flotas de vehículos, terreno donde intervienen directamente las empresas y también la importancia de la formación y reciclaje profesional, así que en esta ocasión pondremos el foco en las diferentes maniobras de control y prevención que, de manera particular, ayudan a llevar a cabo conductas de prevención que dan seguridad y rentabilidad, tanto de tiempo trabajado como de visitas al taller.

Tres fases de prevención.

Fase 1 :   Antes.

Cada vez que se inicie la jornada laboral, un servicio, retomar después de un descanso / pernoctación, o un cambio de vehículo, es necesario hacer una revisión del estado general del conjunto, una vuelta alrededor del camión para comprobar el estado de luces, neumáticos ( un conductor experimentado sabe reconocer una presión de inflado incorrecta dando un golpe en la rueda con el martillo ), existencia de fugas de aire , aceite, líquidos u olores a embrage o frenos sobre-usados, estado de la carga, temperatura y funcionamiento del equipo frigorífico y estado general.

Una vez dentro de la cabina, es importante llevar a cabo todas las acciones necesarias para dejar listo el puesto de conducción y una vez se inicie la marcha prestar únicamente atención a la conducción, estamos hablando de colocación de enseres, GPS, radio, bandejas, búsqueda de rutas, mapas, etc. Así como prestar una especial atención a las indicaciones del ordenador de abordo, con respecto al funcionamiento correcto del vehículo y la correcta configuración del tacógrafo. En cuanto a la carga, comprobar que está correctamente estibada y asegurada, repartida de manera proporcional por toda la plataforma.

Fase 2 :  Durante.

Durante el desarrollo del transporte, es imprescindible adoptar una aptitud de conducción responsable, centrada en la atención y evitando la perdida de concentración o el exceso de confianza, mantener la atención evita conductas de desinterés por la conducción y prepara al conductor para responder ante imprevistos, hay que recordar que por muy bien que conduzcamos, en la carretera no estamos solos y si son los demás los que fallan, debemos estar atentos; el hecho de ser un conductor profesional obliga a ser ejemplo de conducta correcta. Cumplir con la legalidad, en tiempos de conducción y descanso, es inexcusable, así como hacer caso de las señales físicas y psicológicas que indican fatiga o estrés.

Durante el transcurso del viaje, deberemos revisar el correcto estado de la carga, comprobando la tensión de las cinchas de estiba o de los elementos usados para su anclaje, sobre todo si es un trayecto largo o de días, con esto cuidaremos de la mercancía del cliente y de nuestra seguridad, como en la fase 1, revisión ocular y manual, cada vez que se pare a descansar.

La planificación de la ruta y lugar de entrega, se deben realizar de manera anticipada para prever  posibles complicaciones, buscar rutas alternativas, sitios donde parar, y horas de conducción, esto evitará que se tengan preocupaciones, durante la marcha, que generarían un estrés añadido.

Fase 3 : Después.

Al terminar el servicio, la jornada o cambiar el vehículo, es importante repetir los pasos de la fase 1, para buscar posibles averías que pueden provocar que al día siguiente el vehículo no funcione correctamente.

Mi consejo particular, es que al final del día o del servicio, se haga una reflexión sobre como ha transcurrido el mismo, que se podría mejorar para una próxima vez o que se puede aportar a la empresa para que esta contribuya a mejorar o variar los sistemas de trabajo o la gestión de este servicio en concreto, para esto es necesario una empresa receptiva y colaboradora, es obvio.

Como punto y final , en la base de todo está la responsabilidad con uno mismo y con los demás, ser ejemplo y trabajar sin más riesgos que los propios de la profesión, que ya son muchos y demostrar que si se requiere calidad es necesaria la profesionalidad, trabajar de cualquier manera, lo puede hacer cualquiera, pero trabajar bien, pocos.

Jose Carlos Gisbert.

Consultor y formador

Director de FPL LOGÍSTICA, consultoría y formación logística

www.fpl-logistica.com

LA LOGÍSTICA, PERFIL HUMANO Y DE SERVICIO.

LA LOGÍSTICA, PERFIL HUMANO Y DE SERVICIO.

Cómo nos acompaña, nos hace avanzar y nos da alas para volar por todo el mundo.

Por increíble que parezca la logística es algo relativamente nuevo, la concepción moderna que se tiene de ella tiene un recorrido limitado.

Todos podemos recordar aquellos tiempos en los que se esperaba al camión, como quien espera la visita de un pariente querido. El camionero era aquel señor de mundo que venia a cargar la mercancía , que con tanto esmero se había fabricado para un cliente que estaba al otro lado del país; el camionero, siempre con una sonrisa en la boca y la mejor de las disposiciones para cumplir su misión, se tomaba un café con el jefe y bromeaba con los empleados, que , diligéntemente le ayudaban a cargar. Mientras cargaban, aquel señor de mundo amenizaba el duro trabajo contando historias de la carretera que hacían las delicias de los muchachos e ilustraban el porque de la logística cercana y casera. Cuando la mercancía estaba cargada y el camión » haciendo aire», se ultimaban con el chófer los últimos flecos de la carga – toma, entrega esta cajita de vinos para el señor Díaz, que es nuestro cliente y para ti, y tu mujer, llevate estos melones de aquí ,de la tierra…- entonces el camión arrancaba y el chófer se despedía con la misma sonrisa con la que había llegado, ya casi era como de la familia, uno más de la empresa y si lo volvieran a ver seguramente le pedirían que se quedase a comer con ellos y lo llamarían por su nombre de pila. 

Allá va la mercancía destino a la otra punta del mapa y está en buenas manos.

Esa sensación de trabajo bien hecho, de la confianza en que ese buen trabajo llegará al cliente, por que lo lleva ese transportista tan entrañable y que en esos momentos representa a la empresa delante del cliente, con esa sonrisa y profesionalidad, es una sensación esencial que en muchos casos el transporte y logística masificada de hoy en día ha perdido. La esencia de la logística es el servicio al cliente, pero no un servicio aséptico o impersonal, un servicio basado en el pensamiento de que para el cliente es una ilusión recibir ese paquete o esa mercancía, que su vida o empresa mejoraran con ese intercambio de cosas y sobre todo que quien va a proporcionar esa alegría , en primera instancia, es el transportista de la compañía de logística que lleva el paquete. Si es una satisfacción hacerse con una cuenta importante para la empresa, igualmente tiene que serlo conseguir la felicitación y la sonrisa de ese pequeño cliente. Las guerras se pierden en las pequeñas batallas y estas se libran todos los días.

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Dentro del proceso de desarrollo logístico y en las nuevas tendencias de e-commerce, siempre tendría que haber un espacio dedicado a revisar como estarían afectando esos cambios al trato humano que se le tiene que dar al cliente para así no perder la esencia de la logística : primero el cliente, después el cliente y por último el cliente.

Con mis más de 15 años en el sector he sido testigo de todo este desarrollo y por que he visto como era antes y vivo como es ahora, mi empeño está en revindicar esa esencia de confianza y cercanía hacia el cliente, pero tratando con el mismo interés el convencimiento de que la empresa debe progresar y crecer.

Jose Carlos Gisbert

Consultor y formador en el área logística

Autor y experto en logística e ecommerce

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